El informe anual presentado en la feria Biofach de Nuremberg (Alemania), la principal muestra europea de la producción de mercado ecológico, presenta cifras muy positivas. El mercado mundial ha vendido el pasado ejercicio por valor de 76.642 millones de euros, un 7,5% más que el año anterior y cuatro veces más que a principios de siglo. España, Irlanda y Suecia han sido los países donde más ha crecido porcentualmente. En el caso español, el sector ha experimentado un aumento del 24,8%, aunque el gasto por persona más alto se registra en Suiza, con 262 euros anuales por habitante.
Un total de 2,4 millones de productores de 179 países conforman un sector que crece en los cinco continentes y acapara ya 50,9 millones de hectáreas. Aunque aún representan un 1% de la superficie agrícola mundial, los cultivos orgánicos mantienen un crecimiento constante cada año, según el informe presentado en Alemania.
A la cabeza de tierras ecológicas, con mucha diferencia sobre el resto de países, se encuentra Australia, que destina 22,7 millones de hectáreas, el 44% del total mundial. Le siguen Argentina (3,1 millones) y Estados Unidos (dos millones).
Sin embargo, en estos países no se encuentra el mayor número de productores. A este sector se dedican 585.200 empresas o agricultores en India, 203.602 en Etiopía y 200.039 en México.
Y estas cifras tampoco tienen que ver con el número de consumidores. En gasto por persona, el primer país es Suiza, después se encuentran Dinamarca, con 191 euros por habitante y año, y Suecia, con 177 euros. La alta demanda danesa ha conseguido que el 8,4% de la comida que llega al mercado sea ya orgánica.
El mercado ecológico en España
España, además de estar a la cabeza en el incremento del mercado, también se ha incorporado a la cabeza de países que más tierra han sumado al último balance, siendo el cuarto de la lista.
Con más de un cuarto de siglo de experiencia en el sector, España ocupa el primer puesto de la UE en superficie dedicada a este sector, con una gran variedad de cultivos y producciones, fruto de los diferentes climas, culturas, ámbitos agrarios y sistemas de producción existentes.
La producción ecológica española es una realidad productiva, económica y empresarial. Genera empleo y riqueza, fija población en el medio rural y contribuye de manera positiva al saldo comercial de la producción agroalimentaria.
Los productos que más venden los agricultores ecológicos españoles son cítricos (solo por detrás de Italia) y derivados del olivo, principalmente aceite.
La mayor debilidad de este sector sigue siendo un consumo irregular (solo el 11% de los usuarios se declara comprador de estos productos) por la falta de mercados regionales y locales.
Una parte significativa de la producción ecológica se exporta, principalmente al mercado europeo, que lo valora de forma muy positiva, y por ello compra la producción española.
Además del sistema de control que rige para todos los alimentos y piensos, la producción ecológica ha establecido un régimen de control y unos requisitos específicos y muy exigentes, aplicables a todas las fases de producción, preparación y distribución del producto ecológico.