El Gobierno de Aragón está dispuesto a incrementar las medidas de control de la fauna en la comunidad aragonesa para evitar que especies como el conejo o el jabalí causen daños en los cultivos y en los campos agrícolas ya que, tan solo en la comunidad aragonesa, más de 12.000 hectáreas se han visto afectadas.
Así se ha puesto de manifiesto en la reunión que tuvieron responsables del Ejecutivo con miembros de UAGA (Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón) para abordar este problema.
Las medidas, cuya ampliación se estudiarán, se enmarcan dentro de la legalidad, de manera que en las zonas más afectadas se pretende permitir un mayor control de la población de estas especies animales a través del vallado de campos, trampas o abatiendo a los animales. Una de las medidas supone el aumento del periodo hábil de caza ordinaria. Además se autorizaría, a través del INAGA, el empleo de maquinaria pesada para zonas concretas, entre otras acciones.
También se estudiarán medidas específicas para zonas concretas, como las cercanas a las vías del AVE, en las que no se puede cazar ni entrar con armas. Una situación que no es exclusiva de Aragón y que también se ha detectado en zonas de Valencia, área en la que se está trabajando en una iniciativa en colaboración con el ADIF.
Este tema también se abordará dentro de la elaboración del Plan de Caza porque los cazadores son los que tienen la competencia en el coto de caza, pero hay que llegar a un acuerdo con los agricultores para buscar una solución que cubra todos los intereses.
En la actualidad, en Aragón está permitido el control de estas especies animales, pero no es suficiente con la caza.
En la comunidad aragonesa, especies como los conejos, grullas, jabalíes, corzos o ciervos son algunas de las que están produciendo daños en los cultivos como los sembrados de cereal, lo que obliga a los agricultores a resembrar de nuevo, o bien a asumir importantes daños como los que se producen en los viñedos o árboles como los manzanos.