Este sábado abrirá sus puertas el Mercado de la Trufa Fresca de Graus, aunque será en unas semanas cuando la trufa se encuentre en su mejor momento en cuanto a aroma y sabor, sin embargo, hay buenas expectativas por parte de los expertos.
La truficultura o cultivo de trufas se está abriendo un hueco muy importante en el sector, frente a la tradicional recogida de la trufa silvestre. A continuación, conocemos un poco mejor este delicioso hongo y su cultivo.
¿Qué necesito saber para el cultivo de la trufa?
La trufa negra es la fructificación de un hongo desarrollado bajo tierra que se asocia simbióticamente con la raíz de diferentes especies forestales, como son la encina o la carrasca, quejigo, coscoja, robles, avellanos…, siendo en la proximidad de sus raíces donde se recolecta. El árbol y su área superficial de recolección se denomina “trufera”.
La realización de una plantación trufera requiere una fuerte inversión. Siendo un cultivo con una producción impredecible y a largo plazo, la lógica lleva a realizar todo tipo de analíticas para minimizar riesgos. Se aconseja, al menos, hacer análisis de suelo y, en el caso en que sea posible, bioensayos.
¿Cómo puedo saber si mi terreno es el adecuado?
Es muy importante que el truficultor tenga en cuenta los antecedentes de la parcela que va a utilizar para el cultivo. Éste es uno de los factores más importantes, y por el que han fracasado un gran número de plantaciones. Las parcelas con antecedentes forestales están previsiblemente condenadas al fracaso, ya que presentan una gran cantidad de hongos contaminantes competidores o simplemente patógenos.
Por el contrario, los mejores antecedentes son los agrícolas, tanto los extensivos –cereal, leguminosas…–, como frutales, almendro o viña, ya que los suelos dedicados a estos cultivos poseen menos hongos capaces de competir con la trufa por un sitio en las raíces de los árboles.
En el caso de que el terreno haya estado en barbecho, se aconseja que se cultive un par de años con cereal previamente a la plantación. Hay que tener en cuenta el estado sanitario de las raíces en el caso de cultivos leñosos precedentes, puesto que la presencia de hongos patógenos de raíz podría afectar gravemente al futuro de la plantación.
La elección de la especie simbionte
Sin duda, la especie más rentable y utilizada en truficultura en España es la trufa negra. Sin embargo, no es descartable el uso de otras trufas, concretamente la trufa de verano en las zonas en las que la trufa negra se encuentre fuera de su rango óptimo. Sería el caso de zonas con menor precipitación y altitud. En este supuesto se cultivaría un hongo con menos precio de mercado, pero al tratarse de una especie de trufa menos rigurosa en cuanto a requerimientos ecológicos, la plantación tendría mayor probabilidad de éxito que cultivando trufa negra.